En este poema, Canción de otoño, Verlaine se presenta a sí mismo como un corazón herido, como una hoja a merced del viento, maltratado por las circunstancias (paso del tiempo, sociedad sofocante, monotonia...) que lo empujan y vapulean. Un poema meláncolico y nostálgico, como el mismo otoño.
Los largos sollozos
de los violines
del otoño
hieren mi corazón
con monótona
languidez
todo sofocante
y pálido, cuando
suena la hora,
yo me acuerdo
de los días de antes
y lloro;
y me voy
con el viento malvado
que me lleva
de acá para allá,
igual que a la
hoja muerta.
Y otro poema:
y crees en el juego;
yo no creo más que en tus ojos azulados.
Tú crees en los cuentos de hadas, en los días
nefastos y en los sueños;
yo creo solamente en tus bellas mentiras.
Tú crees en un vago y quimérico Dios,
o en un santo especial,
y, para curar males, en alguna oración.
Mas yo creo en las horas azules y rosadas
que tú a mí me procuras
y en voluptuosidades de hermosas noches blancas.
Y tan profunda es mi fe
y tanto eres para mí,
que en todo lo que yo creo
sólo vivo para ti.
¿Quién creéis que le inspiró este último poema?
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